We may not have it all together, but together we have it all
domingo, 28 de noviembre de 2010
miércoles, 17 de noviembre de 2010
Esencia Argentina
Fue tanto el tiempo que pasamos juntos. Al principio, era todo una nueva experiencia, una vida nueva. Aprendí a quererte y a valorarte. Juntos formamos una vida entera. Cada uno de nuestros recuerdos estaba día a día con nosotros, y a la vez, creábamos nuevos. Me acostumbré a esa vivencia de a dos, dónde uno necesitaba del otro para poder comenzar y acabar su día.
Trabajos separados nos daban un respiro, para poder estar un poco más solos, y tener la posibilidad reflexionar. Pero cuando llegaba la noche, nos juntábamos entusiasmados a compartir hechos sobresalientes del día pero más que nada, a querernos, a pasarla bien.
Pero te fuiste, te fuiste dejándome sin instrucciones. Mi vida estaba acomodada a vos. Estaba perfectamente estructurada a una pareja. Te fuiste de un día para el otro, sin darme ningún indicio o ayuda. Pasó todo muy rápido. Aún recuerdo mi desesperación al ver que no contestabas mis llamadas, ni las de tu madre o padre. No pudiste despedirte. Ese edificio te arrebató la vida sin previo aviso. No comprendo cómo pasó aún, no puedo procesarlo. Me fui de mi país para no recordarte. Los olores, la comida, las películas, los autos, las casas, los restaurantes, la gente, tus amigos, mis amigos, tu familia, mi familia, todo me hace acordar a esa vida.
Si tan solo pudiera volver, si yo misma me dejara, volvería y me pararía en una esquina de la avenida libertador, respiraría y me quedaría observando los múltiples quilombos argentinos, porque allí, en cada una de las cosas que extraño, está mi esencia.
sábado, 6 de noviembre de 2010
Juana Rozas