We may not have it all together, but together we have it all

jueves, 23 de septiembre de 2010


There is no combination of words I could say to you, but I will still tell you one thing, we're better together, 'cause love is that condition where the happiness of another person is essential to you own. You are essential to me.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Me cansé. Me cansé absolutamente de esta realidad, de las mentiras diarias de cada uno de nosotros. ¿Sabés qué es lo que me molesta? Vos, él, ella, ese, ellos, ustedes, todos. Yo misma me molesto. Es todo una increíble careteada. Uno dice "Yo no soy careta, la gente que me cae mal no me importa, no le doy bola". ¿Y la gente que te importa? ¿No sos careta con esa gente? ¿No? Bueno, no te creo. Es imposible mantener una relación de amistad, amor, una relación común y corriente, sin ser al menos un poquito mentiroso. Me pueden decir lo que quieran, pero estoy completamente segura de lo que digo. Todos, absolutamente todos son, aunque sea muy poco, caretas con la gente que aman. Igual, no sé si me parece mal. Es algo que no soporto, pero, de alguna forma, el equilibrio del mundo está sostenido por mentiras. Porque, si uno no es careta con la gente, se rompería completamente el equilibrio que hay. Si todos fueramos como somos, el mundo sería un caos. Nada podría mantenerse, porque por suerte, hay diferentes opiniones de cada cosa. Nadie se muestra tal cuál es, nadie va y le dice en la cara todo lo que piensa a otra persona, son muy pocas las personas que intentan hacer un cambio por la sociedad en la que vivimos. ¿Por qué? Si todos nosotros pensamos igual que esa gente que va e intenta hacer algo. El sistema nos impone eso, el sistema nos impone mentir constantemente. La sociedad actual nos implanta eso, mentir. Pensamos muchísimas cosas todo el tiempo, y solo decímos el 50% de ellas. Está bien, esa es la forma de mantener el equilibrio mundial, por así decirlo. ¿Y si se rompe el equilibrio? ¿Qué pasa si ese equilibrio que tanto ancia conseguir el sistema, se rompe? ¿Qué pasaría? Nunca lo vamos a saber, supongo. Porque después de todo, cada uno de nosotros tiene miedo al cambio. Que se rompa el equilibrio, sería un cambio drástico, y nadie se anima, nadie se anima a ser esa presona que cambie las cosas. Yo tampoco me animo, creo que prefiero quejarme en un blog, a largar todo lo que siento, no me animo.
Josefina Alvarenga

jueves, 16 de septiembre de 2010

Voy a jugar el tiempo que me quede. Quiero intentar algo diferente y que no me duela. Me harté del desafío de siempre, me harté de andar con vos. Sabés que con tu orgullo no llegas a ningún lado. Pero dejándolo, dejándolo no perdés nada, ganás mucho más de lo que creés. De todas formas, lo que te diga es en vano, vos no me escuchás porque sabés que no te voy a dejar, que me voy a quedar con vos. Imposible dejarte. Por cómo hablás, caminas, por tu manera de mirar. Imposible no quererte más. A la mierda todo el juego en mesa. Sigamos con el desafío constante en el que me ponés, ya no me importa… que fácil me convencés.

Juana Rozas y Josefina Alvarenga

Cordones viejos de un hermoso caminar
Clavos oxidados que no pueden más
El recuerdo de un amor reviviendo en soledad
Ojos enmascarados y su mirada detrás

Y le pidió un poco de sol en este frio invierno
Y el sobreviviente de aquel juego ya estaba muerto

De un lado el florero más rosado
Del otro lado el plato más dorado
Sin embargo formaban la mejor mesa
Modelaje de amistades sin conocerlas

Y le pidió un poco de sol en este frio invierno
Y estaba muerto…

Juana Rozas
Todo lo que te dí, lo valoraste. Sí.. durante dos o tres meses. Después te dejé de importar, cómo si yo fuera algún tipo de moda, algo descartable. Me quisiste por un tiempo y después te olvidaste completamente de mi existencia. ¿Y yo qué hago sin vos? Será fácil por tu parte, porque sabés que cualquier cosa que pase, me tenés ahí, comiendo de la palma de tu mano. Pero por mi parte, las cosas son más complicadas, no te tengo ahí, mucho menos comiendo de la palma de mi mano. Pero, ¿Sabés qué? Esta vez, no voy a caer en tu juego. Esta vez, hago una promesa conmigo y no voy a volver a vos. Quiero ser feliz, y sé que puedo con o sin tu ayuda, y ahora, no requiero ni pido tu ayuda. Puedo ser feliz, yo sola.
Josefina Alvarenga

Te extraño, sí, a vos, te extraño mucho. ¿Cuándo vas a volver? No puedo vivir sin vos. Quiero verte. Quiero ver tus ojos, tu sonrisa, tu pelo, tu cuerpo. Que me cuentes cosas, saber cómo estás, qué es de tu vida, te extraño mucho. Quiero olerte, sentir el dulce olor de tu piel me haría feliz.
Es lindo extrañar y que te extrañen. Saber que piensa que te quiere ver y que sea mutuo. Extrañar es perfecto sólo si sabés que se van a volver a ver. ¿Pero si extrañás sabiendo que nunca más vas a volver a ver a esa persona que tanto querés? Saber que nunca más vas a sentir su cuerpo, ni oler su perfume o escuchar su voz. ¿Cómo es posible vivir extrañando a alguien que no va a volver a tu vida? Vivir sabiendo que no pudiste decirle eso, que no pudiste compartir las cosas que querías, que no pudiste llegar a darle toda la felicidad que tenías, que no pudiste despedirte. ¿Cómo se vive sabiendo que extrañás a una persona que no está?
No puedo vivir, no puedo si no es con vos acá, conmigo, dandome fuerzas para seguir. Si no estás vos, ¿Qué hago? No puedo. Dame fuerzas, te necesito. Dame una señal, quiero verte. Dame felicidad, no puedo conmigo. Explicame qué hacer, no sé por dónde ir. ¿Cómo vivo sabiendo que no vas a volver y que no te voy a ver nunca más?
Josefina Alvarenga